lunes, 25 de julio de 2011

Doctor Luis Agote, benefactor de la humanidad


Dr. Luis Agote

Ejemplo de argentinidad

Fue en el campo de la Medicina, uno de los ámbitos donde la Argentina más descolló a principios del siglo XX. Claro ejemplo de ello fue el doctor Luis Agote, destacado galeno, investigador y docente, que en 1914 logró la primer transfusión de sangre de la historia.


La Argentina fue pionera en el campo de las ciencias, la industria, la tecnología y la explotación petrolera. El desarrollo nuclear y la exploración espacial, muy anteriores al de sus vecinos continentales, despertaron el interés de las principales potencias del planeta.

Claro ejemplo de ello fue el doctor Luis Agote, destacado galeno, investigador y docente, que hizo descollar a la Argentina en el campo de la Medicina.

Médico, profesor, investigador

El Dr. Agote nació en Buenos Aires el 22 de septiembre de 1868.
Tras cursar sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Nacional, ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (1887) donde se graduó de médico con una tesis sobre hepatitis supurada (1893). Luego, comenzó a ejercer su profesión en el campo de la clínica hasta que en 1895 fue designado director del lazareto de la isla Martín García.

En 1905 fue profesor suplente en la Facultad de Medicina y en 1915 titular de la cátedra de Clínica Médica.

En el mes de noviembre de 1914, el Dr. Agote logró efectuar exitosamente la primera transfusión de sangre en un recipiente sin que se coagulara, experiencia de trascendencia internacional que se llevó a cabo en el Hospital Rawson de Buenos Aires.

Tras incontables experimentos, el Dr. Agote y su asistente de laboratorio Lucio Imaz, determinaron que el citrato de sodio evitaba la formación de coágulos en la sangre. Después de varias pruebas, el 9 de noviembre de 1914, concretaron exitosamente la transfusión de 300 cm3 de sangre, donada por un empleado del Hospital a un enfermo que tres días después dejó el nosocomio en perfecto estado de salud
Las transfusiones directas todavía no se practicaban a comienzos del siglo XX porque era imposible conservar la sangre extraída inalterada para su posterior uso. Al cabo de pocos minutos (de seis a doce) comenzaba su coagulación, manifestada inicialmente en un aumento gradual de viscosidad que terminaba con su casi completa solidificación. La coagulación es una defensa del organismo para taponar las heridas y minimizar las hemorragias. Hoy se sabe que un coágulo está casi totalmente formado por eritrocitos sujetos por una red de filamentos de fibrina.

El doctor Agote comunicó su descubrimiento al mundo y en un primer momento solo recibió respuestas corteses por vía diplomática. Cuando el “New York Herald” publicó una síntesis de su método, el tema comenzó a interesar, a tal punto que el norteamericano Lewinsohn y el belga Hustin se apresuraron a reclamar el descubrimiento como propio (venían trabajando paralelamente al científico argentino). Se entabló entonces una polémica en la que unos y otros se atribuyeron la prioridad aunque la publicación del estudio en el periódico norteamericano y las constancias del anuncio del descubrimiento efectuadas oportunamente por el Dr. Agote, fueron pruebas contundentes que dejaron aclarado que fue él quien primero logró la hazaña.

Un célebre científico porteño

Agote también estudió el uso del suero “Behring” en el tratamiento de la difteria y se ocupó de temas relacionados con la higiene pública.

En 1910 y 1916 el Dr. Agote fue diputado nacional, siendo suyos los proyectos de creación del Patronato Nacional de Menores Abandonados, la Universidad del Litoral y la anexión del Colegio Nacional de Buenos Aires a la Universidad.

A lo largo de su trayectoria, el Dr. Agote escribió importantes obras científicas y literarias, recibió numerosos premios y distinciones, presidió congresos y dictó conferencias.
Después de su fallecimiento, se colocó su nombre a una calle en Buenos Aires, a la Escuela Nacional de Comercio, al Instituto Modelo de Clínica Médica, al Instituto Nacional de Protección de Menores, a escuelas, a bancos de sangre y a un hospital de nuestra capital.

La Argentina ha dado al mundo hombres que descollaron en diversas disciplinas. El Dr. Luis Agote fue uno de ellos y hoy su nombre brilla junto al de los científicos más destacados de la historia humana.


Fuente: http://www.cruzadadelrosario.org.ar
http://es.wikipedia.org

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