jueves, 25 de agosto de 2011

CORREDOR BIOCEÁNICO ACONCAGUA



CORREDOR BIOCEÁNICO ACONCAGUA
NUEVO FERROCARRIL TRASANDINO
http://www.bioceanicoaconcagua.com/corredorBioceanico/es/home.html

ANTONIO BERNI


Antonio Berni

Delesio Antonio Berni, su nombre completo, nació en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, el 14 de mayo de 1905.




Sus padres eran de origen italiano: su padre —Napoleón Berni— era sastre nacido en Italia, y su madre —Margarita Picco— era argentina hija de inmigrantes italianos radicados en Roldán, un pueblo de la provincia de Santa Fe, a 30 km de Rosario. Berni nació en calle España 288 (entre Salta y Catamarca). Una placa con bajorrelieve indica el sitio.
Antes de los 10 años, en 1914, ingresó en el taller de vitrales Buxadera y Compañía, donde recibió las enseñanzas de su fundador, un artesano catalán. Al regresar su padre a Italia, el artista viajó a vivir en la casa de sus abuelos, en Roldán, Argentina.
Su primera muestra la montó en 1920, en el Salón Mari, y tras el éxito alcanzado, repitió la  experiencia en 1921, 1922 y 1924, presentando sus obras en 1925 en la Galería Witcomb de Buenos Aires.
También en ese año el Jockey Club de Rosario le otorgó una beca para estudiar en Europa, llegando en noviembre de ese año a Madrid.
En Europa conoció al poeta y novelista francés Louis Aragón, uno de los líderes del movimiento dadaísta y surrealista, al cual lo introdujo; también, por entonces, se dedicó a la lectura de Carlos Marx, el que desde ese momento, estaría muy presente en la vida de Berni.
A fines de los '30 y durante la década de los '40 recibió varios reconocimientos a su obra, marcada por un perfil claramente social.  En 1976 se radicó en Nueva York regresando al país en 1981.
Dejó de existir el 13 de actubre de 1981.















martes, 16 de agosto de 2011

ULRICA - JORGE LUIS BORGES


Mi relato será fiel a la realidad o, en todo caso, a mi recuerdo personal de la realidad, lo cual es lo mismo. Los hechos ocurrieron hace muy poco, pero sé que el hábito literario es asimismo el hábito de intercalar rasgos circunstanciales y de acentuar los énfasis. Quiero narrar mi encuentro con Ulrica (no supe su apellido y tal vez no lo sabré nunca) en la ciudad de York. La crónica abarcará una noche y una mañana. 
Nada me costaría referir que la ví por primera vez junto a las Cinco Hermanas de York, esos vitrales puros de toda imagen que respetaron los iconoclastas de Cromwell (2), pero el hecho es que nos conocimos en la salita del Northern Inn, que está del otro lado de las murallas. Éramos pocos y ella estaba de espaldas. Alguien le ofreció una copa y rehusó. 

-Soy feminista -dijo-. No quiero remedar a los hombres. Me desagradan su tabaco y su alcohol. 

La frase quería ser ingeniosa y adiviné que no era la primera vez que la pronunciaba. Supe después que no era característica de ella, pero lo que decimos no siempre se parece a nosotros. 

Refirió que había llegado tarde al museo, pero que la dejaron entrar cuando supieron que era noruega. 

Uno de los presentes comentó: 
-No es la primera vez que los noruegos entran en York. 
-Así es -dijo ella-. Inglaterra fue nuestra y la perdimos, si alguien puede tener algo o algo puede perderse. 

Fue entonces cuando la miré. Una línea de William Blake (1) habla de muchachas de suave plata o furioso oro, pero en Ulrica estaban el oro y la suavidad. Era ligera y alta, de rasgos afilados y de ojos grises. Menos que su rostro me impresionó su aire de tranquilo misterio. Sonreía fácilmente y la sonrisa parecía alejarla. Vestía de negro, lo cual es raro en tierras del Norte, que tratan de alegrar con colores lo apagado del ámbito. Hablaba un inglés nítido y preciso y acentuaba levemente las erres. No soy observador; esas cosas las descubrí poco a poco. 

Nos presentaron. Le dije que era profesor en la Universidad de los Andes en Bogotá. Aclaré que era colombiano. 

Me preguntó de un modo pensativo: 
-¿Qué es ser colombiano? 
-No sé -le respondí-. Es un acto de fe. 
-Como ser noruega -asintió. 

Nada más puedo recordar de lo que se dijo esa noche. Al día siguiente bajé temprano al comedor. Por los cristales vi que había nevado; los páramos se perdían en la mañana. No había nadie más. Ulrica me invitó a su mesa. Me dijo que le gustaba salir a caminar sola. 

Recordé una broma de Schopenhauer y contesté: 
-A mí también. Podemos salir los dos. 

Nos alejamos de la casa, sobre la nieve joven. 

No había un alma en los campos. Le propuse que fuéramos a Thorgate, que queda río abajo, a unas millas. Sé que ya estaba enamorado de Ulrica; no hubiera deseado a mi lado ninguna otra persona. 

Oí de pronto el lejano aullido de un lobo. No he oído nunca aullar a un lobo, pero sé que era un lobo. Ulrica no se inmutó. 

Al rato dijo como si pensara en voz alta: 
-Las pocas y pobres espadas que ví ayer en York Minster me han conmovido más que las grandes naves del museo de Oslo. 

Nuestros caminos se cruzaban. Ulrica, esa tarde, proseguiría el viaje hacia Londres; yo, hacia Edimburgo. 

-En Oxford Street -me dijo- repetiré los pasos de Quincey, que buscaba a su Anna perdida entre las muchedumbres de Londres. 

-De Quincey -respondí- dejó de buscarla. 

Yo, a lo largo del tiempo, sigo buscándola. 

-Tal vez -dijo en voz baja- la has encontrado. 

Comprendí que una cosa inesperada no me estaba prohibida y le besé la boca y los ojos. 

Me apartó con suave firmeza y luego declaró: 
-Seré tuya en la posada de Thorgate. Te pido mientras tanto, que no me toques. Es mejor que así sea. 

Para un hombre célibe entrado en años, el ofrecido amor es un don que ya no se espera. El milagro tiene derecho a imponer condiciones. Pensé en mis mocedades de Popayán y en una muchacha de Tezas, clara y esbelta como Ulrica que me había negado su amor. 

No incurrí en el error de preguntarle si me quería. Comprendí que no era el primero y que no sería el último. Esa aventura, acaso la postrera para mí, sería una de tantas para esa resplandeciente y resuelta discípula de Ibsen(3). 

Tomados de la mano seguimos. 

-Todo esto es como un sueño -dije- y yo nunca sueño. 

-Como aquel rey -replicó Ulrica- que no soñó hasta que un hechicero lo hizo dormir en una pocilga. 

Agregó después. 

-Oye bien. Un pájaro está por cantar. 

Al poco rato oímos el canto. 

-En estas tierras -dije-, piensan que quien está por morir prevé el futuro.

Y yo estoy por morir -dijo ella. 

La miré atónito. 

-Cortemos por el bosque -la urgí-. Arribaremos más pronto a Thorgate. 

-El bosque es peligroso -replicó. 




Seguimos por los páramos. 

-Yo querría que este momento durara siempre -murmuré. 

-Siempre es una palabra que no está permitida a los hombres -afirmó Ulrica y, para aminorar el énfasis, me pidió que le repitiera mi nombre, que no había oído bien. 

-Javier Otálora- le dije. 

Quiso repetirlo y no pudo. Yo fracasé, parejamente, con el nombre de Ulrikke. 

-Te llamaré Sigurd(5)- declaró con una sonrisa. 

Si soy Sigurd -le repliqué- tu serás Brynhild(6). 

Había demorado el paso. 

-¿Conoces la saga?- le pregunté. 

-Por supuesto -me dijo-. La trágica historia que los alemanes echaron a perder con sus tardíos Nibelungos(4). 

No quise discutir y le respondí: 

-Brynhild, caminas como si quisieras que entre los dos hubiera una espada en el lecho. 

Estábamos de golpe ante la posada. No me sorprendió que se llamara, como la otra, el Northern Inn. 

Desde lo alto de la escalinata, Ulrica me gritó: 

-¿Oíste el lobo? Ya no quedan lobos en Inglaterra. Apresúrate. 

Al subir al piso alto, noté que las paredes estaban empapeladas a la manera de William Morris, de un rojo muy profundo, con entrelazados frutos y pájaros. Ulrica entró primero. El aposento oscuro era bajo, con un techo a dos aguas. El esperado lecho se duplicaba en un vago cristal y la bruñida caoba me recordó el espejo de la Escritura. Ulrica ya se había desvestido. Me llamó por mi verdadero nombre, Javier. Sentí que la nieve arreciaba. Ya no quedaba muebles ni espejos. No había una espada entre los dos. Como la arena se iba al tiempo. Secular en la sombra fluyó el amor y poseí por primera y última vez la imagen de Ulrica.



                                                                                                        Jorge Luis Borges


(1)   William Blake (1757-1827) Poeta, pintor y grabador inglés, nació en Londres. Creador de una forma de poesía única acompañada de ilustraciones. Reveló muy temprano sus tendencias artísticas y poéticas. Su poesía, inspirada por visiones místicas, se encuentra entre las más originales de la lengua inglesa.
(2)   Oliver Cromwell (1599-1658) Estadista inglés, fue el dirigente más importante de la Guerra Civil inglesa, la República y el Protectorado.
(3)   Ibsen, Henrik Johan (1828-1906) Dramaturgo noruego, nació en Skien el 20 de marzo. Escribió varias piezas teatrales de trama histórico, romántico y nacionalista. Es reconocido como creador del drama moderno por sus obras realistas que abordan problemas psicológicos y sociales.
(4)   Cantar de los nibelungos. Poema épico medieval de autor desconocido, escrito en alemán a inicios del siglo XIII. Obra de gran fuerza trágica, que se destaca de la literatura de la época por enfatizar el sentimiento de venganza. Es la historia trágica de amor de un guerrero alemán llamado Sigfrido con Bruñilda.
(5)   Sigurd. Héroe de las leyendas germánicas y principal personaje de las Eddas. Hace parte de la historia de amor con Brynhild.
(6)   Brynhild. En la mitología y literatura germánicas, bella y poderosa princesa guerrera. Su historia está en la Volsunga Saga (Saga de los hijos de Sturla) de Islandia. En los textos islandeses, aparece como Brynhild. Sigurd y Brynhild se declaran enamorados. Posteriormente, una poción mágica hace que Sigurd olvide a Brynhild y se case con Gudruna. Sigurd ayuda al hermano de Gudruna, Gunnar, para que éste consiga el amor de Brynhild, haciéndose pasar por él. Al descubrir el engaño, Brynhild provoca la muerte de Sigurd, pero se queda tan triste por el hecho que se suicida.

(7)   William Morris (1834-1896). En 1852 entra en la Facultad de Exeter, Oxford, donde adquirió el interés en la Edad Media y en su arte. Es el fundador del movimiento Arts & Crafts (1861), el cual originó el Art Nouveau. En las artes decorativas, creó el vidrio colorido, el papel de pared y tejidos.

lunes, 15 de agosto de 2011

LA LEYENDA




Abel y Caín se encontraron después de la muerte de Abel. 
Caminaban por el desierto y se reconocieron desde lejos, porque los dos eran muy altos. Los hermanos se sentaron en la tierra, hicieron un fuego y comieron. Guardaban silencio, a la manera de la gente cansada cuando declina el día. En el cielo asomaba alguna estrella, que aún no había recibido su nombre. A la luz de las llamas, Caín advirtió en la frente de Abel la marca de la piedra y dejó caer el pan que estaba por llevarse a la boca y pidió que le fuera perdonado su crimen. 
Abel contestó: 
-¿Tú me has matado o yo te he matado? Ya no recuerdo; aquí estamos juntos como antes. 
-Ahora sé que en verdad me has perdonado -dijo Caín-, porque olvidar es perdonar. Yo trataré también de olvidar. 

Abel dijo despacio: 
-Así es. Mientras dura el remordimiento dura la culpa.


Jorge Luis Borges


viernes, 12 de agosto de 2011

Falleció Francisco Solano López, dibujante del Eternauta




El magnífico dibujante Francisco Solano López, a quien tuve la dicha de conocer personalmente, dejó de existir en la madrugada de este viernes a los 83 años. 

El artista, de reconocida trayectoria, fue quien ilustró la mítica historieta de Héctor Germán Oesterheld.



El dibujante Francisco Solano López, que ilustró la mítica historieta El Eternauta, creada por Héctor Germán Oesterheld, falleció esta madrugada luego de una hemorragia cerebral de la que no se pudo recuperar.
Por decisión de su familia, sus restos no serán velados, su cuerpo será cremado y quedará en una boveda de la familia en Recoleta.
La imagen del Eternauta, Juan Salvo, esbozada con el trazo firme de Solano López, perdura en la memoria de generaciones de argentinos, como prototipo de un héroe nacional, de alguien que traspasó el simple dibujito para convertirse en un símbolo.
Nacido en Buenos Aires en 1928, Solano López -tataranieto del mariscal paraguayo del mismo nombre- comenzó a publicar profesionalmente desde 1953, cuando ingresó a la editorial Columba. Cuando pasó a la editorial Abril, ya era reconocido como dibujante de aventuras. Allí conoció a Oesterheld.
La dupla con el guionista se inicia en 1955 en la serie Bull Rocket de la revista Misterix y luego Solano integró el staff de la editorial Frontera de Oesterheld: ambos pusieron a caminar los personajes de Rolo el Marciano Adoptivo, Amapola Negra, Joe Zonda, Rul de la Luna y el Eternauta, el personaje más emblemático de la historieta argentina.
¿Cómo nace el Eternauta?, le preguntaron a Solano en una entrevista: "Estaba esa moda de los invasores y a Oesterheld le gustaba mucho la ciencia ficción. Ya habíamos hecho con él a Rolo, un marciano adoptado y cuando puso su editorial tenía ganas de hacer una historieta en ese género con héroes argentinos. Que al mismo tiempo fuera ciencia ficción y realista".
La serie se comenzó a publicar en Hora Cero semanal el 4 de septiembre de 1957 y se extendió hasta el número 106. Dos años después, fue reeditada en numerosas ocasiones e incluso Oesterheld la recreó más adelante con Alberto Breccia.
Al término de esta serie, Solano colaboraró con la editorial inglesa Fleetway, se radicó en Europa entre 1963 y 1968 (donde surgen entre otros personajes, Galaxus, Kelly Ojo Mágico, Adam Eterno y el Profesor Kraken) y dejó por un tiempo de dibujar en las revistas nacionales.
Regresó al país para publicar en Columba y en 1976, acepta la propuesta de Ediciones Record para reunirse con Oesterheld y crear una segunda parte de El Eternauta, publicada en la revista Skorpio, al tiempo que inicia junto a Ricardo Barreiro la saga de Slot Barr.
En 1976, Oesterheld fue secuestrado por la dictadura. Solano emigró a España en 1977, terminó Slot Barr y creó junto a su hijo Gabriel la saga de Ana y las Historias Tristes.
En 1980 dibujó la serie bélica Águila Negra, con guión de Ray Collins, para Nippur Magnum de Columba; y en Superhumor publica Calle Corrientes con guion de Guillermo Saccomano. También creó con Carlos Sampayo a Evaristo, una versión en historieta del entonces célebre comisario Evaristo Meneses, ubicada en la Buenos Aires de los años 50, aparecida en la revista Fierro.
Desde Río de Janeiro, en 1984, Solano colaboró con editoriales estadounidense y prosigue trabajando con Barreiro. Surgen en esa época Ministerio, El Instituto y El Televisor, entre otras historietas.
Y además dibuja a protagonistas del cómic erótico, editado por Fantagrapics, la editorial más importante del género.
En 1997, junto a Pablo Maiztegui ("Pol"), vuelve a El Eternauta con la historia "El Mundo Arrepentido", situada en uno de los incontables viajes que el protagonista asegura haber hecho antes de aparecer frente al guionista a quien relató su historia. Fue publicada en la revista Nueva, editada en el interior del país.
Durante 2001 vuelve a retomar El Eternauta, esta vez la acción se desarrolla 40 años en el futuro en un Buenos Aires reconstruido por los invasores, donde los sobrevivientes han sido sometidos a lavados de cerebro y la gente cree en una llegada pacífica por lo que los resistentes son pocos.
Los autores quisieron reflejar una forma diferente de dominación, basada en la manipulación de las masas en una historieta que se publicó desde julio de 2003 en nueve entregas.
"Estamos echando una mirada sobre la actualidad, basados en una metáfora explícita: el país invadido por extraterrestres, que son en realidad las finanzas internacionales", explicó Solano.
Otra parte, "La búsqueda de Elena" (esposa de Juan Salvo, perdida al final de la primera historia), de seis números salió a partir de abril de 2006. Y en 2009 participó con sus diseños en la preparación de un filme de animación sobre la vida de Eva Perón.
Actualmente el dibujante publicaba en el portal de la agencia de noticias Télam la historieta "Sección imposible", con guiones de Teodoro Boot.
En 2007, con motivo de cumplirse 50 años de la primera publicación de El Eternauta, el dibujante presentó una historieta alternativa del Eternauta con guión de Juan Sasturain en los actos organizados por la Biblioteca Nacional.
Francisco Solano López recibió la distinción de "Personalidad destacada de la Cultura", que otorga la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires, en 1998 recibió el Premio Especial El Madroño, de la Expo comic de Madrid. En 2007, una mención en la convención de "Comics y games", organizada por la comuna de Lucca (Italia) y en 2009, el Sindicato de Periodistas le otorgó el Premio Rodolfo Walsh a su trayectoria

Viernes lluvioso: Zimerman & Schubert...



Zimerman ejecutando a Schubert: Impromptu Op. 90 No. 3

jueves, 11 de agosto de 2011

ÁNGEL DELLA VALLE - LA VUELTA DEL MALÓN



(1852 - 1903)

Descendiente de una familia de inmigrantes italianos, su padre construyó edificios en Buenos Aires por encargo de Juan Manuel de Rosas.
Gracias al apoyo económico familiar, en 1875 parte a Italia para estudiar pintura junto a Antonio Ciseri en la Sociedad Cooperativa de Estudiantes de Florencia. Allí conoce las búsquedas de los macchiaioli, algunos de cuyos rasgos estilísticos incorporará en su obra posterior. En 1883 vuelve a Buenos Aires y comienza a colaborar con La Ilustración Argentina, fundada por Pedro Bourel en 1881. Schiaffino menciona en sus Apuntes sobre el arte en Buenos Aires haber visto por esa época su Prometeo encadenado, agregando que su autor “hará carrera entre nosotros”.
Al volver a Buenos Aires el artista da inicio a su reconocida actividad docente en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes. Participa de la exposición en el antiguo local de la Bolsa de Comercio en 1887, y ese mismo año expone algunas obras de temas criollistas en la casa de comercio de Ruggero Bossi. También se incorporan trabajos suyos en la muestra organizada por la Sociedad de Nuestra Señora del Carmen, en 1891, donde presenta su Juan Moreira. En 1892 es miembro del jurado del primer Salón del Ateneo y concluye su gran óleo La vuelta del malón, exhibido con gran afluencia de público en la vidriera de la pinturería y ferretería de Nocetti y Repetto en la calle Florida. La obra es premiada en la Exposición Colombina de Chicago en 1893 y participa del Salón del Ateneo de 1894.
Además de otros tres cuadros sobre fragmentos de la escena principal, Della Valle realiza una versión de menor formato, conocida como Malón chico, que regala al médico Pedro Lagleyze en agradecimiento por haberla acompañando a Chicago.
En La vuelta del malón el artista lleva los temas pampeanos y gauchescos, que son la impronta de su producción, al gran formato, infrecuente hasta aquel momento, en este tipo de asuntos. A propósito un cronista de El Tiempo señala: “Hace algunos años estábamos habituados a lo siguiente: cada vez que alguien pintaba una escena de costumbres nacionales, a la fija teníamos que habérnoslas con un mamarracho, y sería interminable la tarea de enumerar los miles de cuadros que hemos visto en los escaparates de nuestros bazares, en los cuales figuraban gauchos que jamás habían conocido la Pampa (...). Llegó Della Valle de Europa, después de haber estudiado durante varios años en Florencia (...) y por primera vez pudimos reconocer que también se puede hacer obra de arte con los elementos que nuestra campaña nos ofrece”.
Sin embargo, la pintura no es aclamada en forma unánime por la naciente crítica especializada. Tanto es así que al finalizar la exposición del Ateneo, y durante largos años, no suscita el interés de ningún coleccionista o comprador. Sólo después de la muerte del pintor, ocurrida en 1903 cuando se disponía a comenzar su clase en la Sociedad Estímulo, pasa al acervo del Museo Nacional de Bellas Artes solicitada a la familia del artista por Eduardo Schiaffino, director de la institución.

lunes, 8 de agosto de 2011

ERNESTO DE LA CÁRCOVA




Nació en 1866. Poco después de 1878, año de la fundación de la Academia de la Sociedad Estímulo de Buenos Aires, de la Cárcova comienza allí su formación artística bajo la dirección de Francesco Romero.

En 1885 parte a estudiar en la Academia Albertina de Turín. En el Salón turinés de 1890 el rey Umberto I adquiere una de sus obras: el pastel Cabeza de viejo.

De vuelta en Buenos Aires, en 1894 se incorpora al Centro Obrero Socialista. Ese mismo año es jurado del segundo Salón del Ateneo, en el que exhibe Sin pan y sin trabajo, una gran obra proyectada en Roma y terminada en Buenos Aires que, a pesar de ser celebrada por la prensa como una de las más notables de la exposición, no encuentra comprador en ese momento. Sin embargo, forma parte de las primeras adquisiciones hechas por Eduardo Schiaffino para el Museo Nacional de Bellas Artes, abierto en 1896, y más tarde recibe un “Gran premio” en la exposición de Saint Louis de 1904 en los Estados Unidos, a la que concurren más de 20 millones de espectadores.
La prensa internacional se hace eco del éxito de la pintura y de su temática social, a tono con los conflictos obreros que para esa época arreciaban en las ciudades industrializadas del globo.



"Sin Pan y Sin Trabajo" (1892/1893)

Con todo, de la Cárcova no sigue cultivando esta temática.

Apoya con su actividad docente la formación de La Colmena Artística, una agrupación de pintores, la mayoría de ellos españoles, que procuran generar espacios de reunión y exhibición alternativos al Ateneo.
De la Cárcova es el primer director de la Academia Nacional de Bellas Artes, nacida cuando la Escuela de Bellas Artes, fundada por la Sociedad Estímulo, es nacionalizada en 1905.
Renuncia al cargo en 1908, luego de algunos meses de conflicto generados por la ingerencia de la Comisión Nacional de Bellas Artes sobre la Academia.
Reemplazado por Pío Collivadino, recibe expresivas manifestaciones de apoyo de los estudiantes, que en su mayoría desaprueban el cambio.
Entre 1909 y 1919 se desempeña como Director del Patronato de Becados Argentinos en Europa. En 1923 se hace cargo de la dirección de la Escuela Superior de Bellas Artes, que se establece cerca del balneario municipal y que, por la libertad que allí reinaba bajo su mandato, fue conocida como “el balneario” o “el paraíso”.
Lleva adelante una intensa actividad pública. Por tres períodos es miembro del Honorable Consejo Deliberante de Buenos Aires. También integra las comisiones de los monumentos al general Alvear, general Mitre, y a la Independencia, entre otros.
Se destaca su labor como medallista, realizando varias piezas para el Centenario de 1910, y la que es utilizada hoy como logotipo de la Universidad de Buenos Aires.
Al morir, en 1927, su figura había adquirido una dimensión que puede medirse por la cantidad de asistentes ilustres a su entierro –entre ellos el presidente Marcelo T. de Alvear– y por los muchos homenajes que se le rinden.


"La Hora del Almuerzo" - 1903

Entre los principales Premios obtenidos a lo largo de su extensa trayectoria y producción artística se pueden citar:

1904: Premio de Honor y Medalla de Oro en la Exposición Internacional en Saint-Louis, EE.UU.
1910: Medalla de Oro en la muestra del Centenario.
1914: Primer Premio Adquisición en el Salón Nacional.
1916: Medalla de Plata Premio de Artistas Extranjeros en el Salón de Bellas Artes de París.


Bibliografía: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires - Legiones de Ciencia y de Fe FVD

miércoles, 3 de agosto de 2011

¨Publicidad de Samsung Smart TV -Canción del Tren-

Propaganda de Samsung, detrás de la escena (Canción del Tren)



Backstage de la propaganda de los LCD Samsung (Canción del Tren).

Vashti Bunyan - Canción del Tren



Este tema fue lanzado originalmente como un simple por la discográfica Columbia en mayo de 1966. Estaba basado en una vieja canción de ella que se titulaba "17 Pink Sugar Elephants" (17 elefantes de azúcar rosa). La melodía y la estructura son casi idénticas.

Train Song

Vashti Bunyan


Travelling north, travelling north to find you
Train wheels beating, the wind in my eyes
Don't even know what I'll say when I find you
Call out your name love, don't be surprised

It's so many miles and so long since I've met you
Don't even know what I'll find when I get to you
But suddenly now I know where I belong
It's many hundred miles and it won't be long

It won't be long, it won't be long, it won't be long
Nothing at all in my head to say to you
Only the beat of the train I'm on
Nothing I've learnt all my life on the way to you
Only our love that's over and gone

It's so many miles and so long since I've met you
Don't even know what I'll find when I get to you
But suddenly now I know where I belong
It's many hundred miles and it won't be long



Letra en castellano


Viajando al norte, viajando al norte para encontrarte
Las ruedas del tren van latiendo, el viento en mis ojos
Ni siquiera sé lo que voy a decir cuando te encuentre
Llámalo por su nombre amor, no te sorprendas

Demasiadas millas y tanto tiempo desde que te he conocido
Ni siquiera sé lo que voy a encontrar cuando te tenga
Pero de repente ahora sé a donde pertenezco
Son muchos cientos de millas y no pasará mucho más

No pasará mucho más, no pasará mucho más, no pasará mucho más,
Nada de nada en mi cabeza para decirte
Sólo el ritmo del tren en el que voy
Nada de lo que he aprendido en el camino en toda mi vida para vos
Sólo nuestro amor que pasó y se ha ido

Demasiadas millas y tanto tiempo desde que te he conocido
Ni siquiera sé lo que voy a encontrar cuando te tenga
Pero de repente ahora sé a donde pertenezco
Son muchos cientos de millas y no pasará mucho más



martes, 2 de agosto de 2011

SE RECUPERÓ UN TRANVÍA DE CABALLOS






A las 19:35 del pasado sábado 30 de julio tocó por primera vez los rieles de Polvorín un nuevo integrante de la flota del Tranvía Histórico de Buenos Aires.
El vehículo en cuestión, es un tranvía de caballos de la década de 1870 que perteneció a la Compañía de Tramways 11 de Septiembre, una de las dos primeras en circularon por Buenos Aires en febrero de 1870.
Luego de retirado de servicio este tranvía sufrió un largo peregrinaje. 
Pasó por diversas estaciones, por el barrio de Flores, la Exposición del Sesquicentenario de 1960, también participó de la despedida del servicio tranviario realizada en Belgrano el 26 de diciembre de 1962, luego fue a La Boca, y hasta se lo vió en algunas películas ("He Nacido en Buenos Aires" y "Los Muchachos de Antes no Usaban Gomina" ) y en la TV, para finalizar a la intemperie durante largos años en un museo de Morón.
Ante esta situación, la Asociación Amigos del Tranvía y Biblioteca Popular Federico Lacroze se abocó durante los últimos años a realizar las gestiones para obtenerlo y rescatarlo con el objetivo de ponerlo en valor y funcionamiento.
El estado general del mismo, tal como podemos verlo en las dos fotos superiores, es de gran  deterioro, por lo que habrá que encarar una gran  restauración. Podemos afirmar que, si bien el maderamen se encuentra en muy mal estado, los metales en cambio, lucen razonablemente conservados. El paso del tiempo también hizo que desaparecieran las ventanillas y el interior, no logrando, en cambio, que se perdiese la suave rodadura que aún conserva este tranvía.
Los jóvenes integrantes de la AAT&BPFL, a no dudarlo, se abocarán a las tareas de restauración que le devolverán el esplendor perdido y le permitirá salir a las calles porteñas nuevamente.


 El tranvía durante la exposición de 1960


Despedida del tranvía urbano en Buenos Aires


Comienzo de la agonía: Abandonado detrás de la cancha de Boca junto a otros dos tranvías eléctricos


Estado actual, ya en los talleres Polvorín 


Otra imagen actual

lunes, 1 de agosto de 2011

HENRI DE TOULOUSE-LAUTREC-MONTFA




1864 - 1901
Henri de Toulouse-Lautrec-Montfa descendía de los condes soberanos de Toulouse. Nació en la ciudad de Albi, el 24 de noviembre de 1864, hijo del conde Alphonse de Toulouse-Lautrec-Montfa y de Adèle Tapié de Celeyran. Antiguo oficial, su padre llevaba una vida libre, fogosa, excéntrica y pasaba más tiempo de cacería que en su casa y, cuando iba por París, no dejaba de hacerse notar. Más de una vez se le vió paseando con un halcón sobre su antebrazo izquierdo, y con carne cruda en la otra mano, parándose cada diez pasos para alimentar a su rapaz. Fue él quien, durante una temporada, montó en pleno Bosque de Boulogne, a una yegua lechera de la cual bajaba de vez en cuando para beber su leche.

La condesa, polo opuesto, se mostraba dulce y piadosa; se encargó en primera instancia de la educación del hijo. El conde se ocuparía más tarde de él para modelarlo a su imagen y semejanza.
Madre e hijo vinieron a París, y Henri entró en el liceo Condorcet, sirviéndole su madre de repetidora. Las vacaciones estivales se pasaban en el Castillo du Bosc, en la región del Aude, propiedad de los Tapié de Celeyran. Pero a los 13 años, el pequeño Henri se fracturó una pierna y, al año siguiente, se fracturó la otra. Desde ese doble accidente, Henri dejó de crecer: permaneció siendo un enano, el gran impedimento de su vida como lo será la desesperación. Quemará su vida, pero será para olvidar. Frecuentará los espectáculos barriobajeros acabando por amar a los tristes héroes de sus juergas nocturnas, mostrándoles, al dibujarlos, con pasión y genio.

Desde su infancia, Lautrec había sido familiar de un taller de pintor, y era precisamente un pintor de cacerías, de caballos, de perros, René Princeteau. Sin duda, Princeteau no fue un gran pintor pero fue en su taller donde Lautrec encontraría a numerosos artistas y modelos. Se puso a pintar y a dibujar los caballos que no podía montar y, cuando Princeteau vió las disposiciones que mostraba su alumno, le buscó un maestro: Léon Bonnat, un afamado retratista de personalidades. Del taller de Bonnat, el joven Lautrec pasó al de Cormon y, aunque la influencia de este último se reveló mediocre, conoció a Van Gogh, Gauzi, Claudon, Anquetin... que admiraba a Delacroix, Degas, Manet, Renoir y a los maestros japoneses.
"Su maestro elegido era Degas; le veneraba; sus otras preferencias entre los modernos eran Renoir y Forain. Sentía un verdadero culto por los Japoneses; admiraba a Velázquez y a Goya y, cosa que parecerá extraordinaria para algunos pintores, tenía por Ingres una estima particular."


Cuando Lautrec dejó el taller de Cormon, entró de lleno en la vida, una vida particular ya que fijó su residencia en el barrio bohemio de Montmartre. Montmartre, en aquellos tiempos, no era lo que hoy conocemos al visitar París. Montmartre era el "Moulin-Rouge", el "Moulin de la Galette", el baile de "L'Élysée Montmartre", era todos aquellos cabarets y antros que poblaban sus calles empinadas. Allí se encontraban los talleres de Roybet, de Puvis de Chavannes, d'Henner. En el "Moulin-Rouge", Lautrec instaló su particular "cuartel general": su mesa estaba reservada cada noche.
La Goulue, Jane Avril y Valentin el deshuesado eran las estrellas del lugar. Lautrec miraba, observaba todo. El alcohol y el baile le producían una sobreexcitación que agudizaban sus sentimientos, y habrá tanta piedad como horror en sus cuadros dónde representará todos aquellos espectáculos cotidianos. Cuando sale del baile, acude al cabaret de Aristide Bruant; allí también toma apuntes de rostros y actitudes, para luego plasmarlos en sus lienzos.
Pasaba sus tardes pintando e iba frecuentemente al Louvre, a Notre-Dame, a Saint-Séverin. Las noches las pasaba en el circo. Los deportes también le atraían y, de la mano de Tristan Bernard, conocería el velódromo. De cuando en cuando iba al lago artificial de Arcachon, donde gustaba del remo y de la natación. De vuelta a París, las luchas de las Folies-Bergères le atraían. Frecuentaba a los campeones, y los dibujó. Pero más allá de los espectáculos de los deportes, quizás fuera el espectáculo de las masas lo que le atraía.
Luego se iba a los bares y se entregaba al alcohol hasta caer en la inconsciencia.
En contadas ocasiones, Lautrec abandonaba París, pero no era para ir al campo, sino a ciudades extranjeras, yendo al encuentro de los excesos que hacían sus delicias. Así se fue a Inglaterra, a España, a Bélgica, a Holanda. Y si el viaje a Holanda no le resultó placentero, de Inglaterra trajo varias recetas de cócteles. En Madrid, se entusiasmó por Goya y Velázquez, y por El Greco en Toledo.

Pero la vida de Lautrec se reveló excesiva para que pudiera llevarla durante mucho tiempo. El alcohol le produjo delirium tremens (alucinaciones) y, en el curso del año 1899, sus padres fueron obligados a ingresarle en el sanatorio del doctor Semeaigue, en Saint-James, cerca de Neuilly. Allí, compuso de memoria, una serie de dibujos impresionantes con lápices de colores, que más tarde se editarían bajo el título de "En el Circo" y, al cabo de dos meses, pudo salir de Saint-James, mejorado. Sin embargo, la mejora no duró mucho. Las ganas de trabajar cesaron y dejó de tener ilusiones sobre su estado. Un ataque de parálisis le golpeó en Taussat, en agosto de 1901. Su madre se lo llevó al castillo de Malromé, donde expiró el 9 de septiembre del mismo año.


MEDIANOCHE EN PARIS


Medianoche en París’ se ha presentado en el último festival de Cannes como la película de inauguración del conjunto de doce días en los que se presentarán los trabajos de varios cineastas.
Lo nuevo de Woody Allen supone el regreso del cineasta con su guión ligero, risueño y entrañable mediante una comedia romántica que ha hecho sucumbir a crítica y público.
Es difícil hablar de esta película sin revelar su trama principal. La historia se centra en Gil (Owen Wilson), un guionista de cine fascinado por los años 20 que por el momento intenta dedicarse a escribir una novela y olvidar un poco su rutinario trabajo.
Comprometido con Inéz (Rachel McAdams), no muy querido por sus futuros suegros, Gil descubre algo inimaginable entre las hermosas calles de París que le cambiara su forma de ver y de vivir la vida, ya que mientras vaga por ellas, soñando con los felices años 20, cae bajo una especie de hechizo que hace que, a media noche, en algún lugar del barrio Latino, se vea transportado a otro universo donde conocerá a Scott y Zelda Fitzgerald, Hemingway, la escritora Gertrude Stein (Kathy Bates) y el pintor Salvador Dalí (Adrien Brody), además de con Picasso, Man Ray y Buñuel, entre otros.


El elenco está lleno de estrellas y cada uno hace un excelente trabajo en su papel incluso teniendo muy poco tiempo en escena. Pero sin duda hay que destacar a Owen Wilson que funciona a la perfección como el protagonista de la historia, carga la película y da probablemente la mejor actuación de su carrera ya que además su personaje de por si es realmente interesante y por momentos hasta identificable.
Woody Allen sin duda sabe cómo mostrarnos París ya que esta es filmada con gran hermosura y cuidado durante toda la película especialmente en los primeros minutos donde vemos una introducción de Paris sin ningún dialogo y nada más que música, es un pequeño montaje que realmente te introduce en la cinta y pone a la ciudad como la protagonista más importante en toda la historia.
La cinta tiene un guion magníficamente escrito por Allen, con excelentes diálogos y un muy buen humor que funciona si se tiene por lo menos un mínimo conocimiento literario y artístico.
En definitiva, una de las obras más excepcionales y mágicas desde ‘La rosa púrpura de El Cairo’ que nos llega de forma fresca, limpia y elegante. Todo un legado alegórico sobre la trascendencia del guión bellamente manifestado. Uno más de los muchos detalles encantadores de esta agridulce película no exenta de la imprescindible ironía y una lúcida melancolía, que nos evoca la complejidad del hombre posmoderno.
Es un viaje realmente fantástico, hermoso, que te enganchara y que desearas que no termine.





Fuentes: Universo Cinemaníaco - Cine en Uruguay -