sábado, 12 de mayo de 2012

LA ESCOPETA

Por Julio Ardiles Gray




Avanzó entre los naranjos. El sol caía con tanta fuerza que le obligaba a entrecerrar los ojos. La paloma saltó entonces de una rama a otra, y a otra, y se perdió por entre el follaje bien alto. Con la escopeta levantada, Matías se acercó hasta el tronco del árbol. Pero por más que examinó hoja por hoja, no pudo dar con la paloma. Extrañado, se rascó la nuca.
De pronto, sobre su cabeza sintió un ruido. Volvió a fijarse. arrebujado entre unas ramas, había un pájaro. No era su paloma; era un pájaro de un color entre azulado y ceniciento. Con cuidado, Matías apoyó el arma en el hombro y levantó el gatillo.
"Ya que no es la paloma -se dijo- no me voy a volver a la casa con las manos vacías."
Pero en ese instante, el pájaro saltó a una horqueta, sacudió las alas e hinchando la gola se puso a cantar.
Matías, que ya había llegado al primer descanso, abandonó el gatillo y escuchó.
"Que extraño -se dijo-. Jamás he escuchado cantar a un pájaro como éste."
El trino, en el redondel de la siesta, subía como un árbol dorado y rumoroso. A Matías le pareció que más que el canto del pájaro, lo que se desgranaba eran las escamas amodorradas de la siesta misma. Y le comenzó a entrar un sopor dulce, unas ganas de abandonarse a los recuerdos de los tiempos felices y de no hacer nada más que escuchar el canto del pájaro que seguía subiendo, esta vez como un perfume agridulce y verde.
Para escuchar mejor, dejó caer la escopeta a un lado y arrastrando los pies se acercó al árbol para apoyarse en el tronco. El pájaro había desaparecido, pero su canto continuaba en el aire. Y no pudo sustraerse a la tentación de mirar al cielo y levantó los ojos. Allá arriba, entre unas nubes ociosas que desflecaban gigantescas flores de cardo, dos grandes pájaros negros volaban en lánguidos círculos inmensos. Matías, entonces, no supo distinguir si la dulzura que sentía venía del canto de aquel pájaro o de las nubes que se desvanecían como borrachas a lo lejos.
El canto, entonces, se acabó de improviso. Los pájaros y las nubes desaparecieron y él volvió en sí.
"Me estoy volviendo muy abriboca" -se dijo mientras sacudía la cabeza.
Buscó la escopeta pero no la encontró donde creía haberla dejado. Caminó más allá, volvió más acá, pero el arma había desaparecido.
-¡Esto me pasa por tonto!- gritó en voz alta.
Y todo lo que hizo después fue en vano. Al cabo de una hora, ya cansado, se dijo:
"Me iré a la casa a buscar a mi muchacho. Entre los dos la vamos a encontrar más ligero. No puedo perder así un arma tan hermosa."

De 35 Cuentos Breves Argentinos - Selección de Fernando Sorrentino

martes, 8 de mayo de 2012

MURIÓ CALOI

De Clarín 08-05-12




Murió Caloi, el padre de Clemente

El dibujante y humorista gráfico conocido como Caloi murió hoy a la madrugada tras permanecer internado en el Instituto del Diagnóstico por su grave estado de salud ocasionado por un cáncer. Tenía 63 años. Entre sus personajes, el más recordado será Clemente, protagonista desde el '73 de las contratapas de Clarín. El jueves pasado había estrenado el film "Anima Buenos Aires".

Carlos Loiseau, dibujante y humorista gráfico conocido como Caloi, murió esta madrugada a los 63 años tras permanecer internado por un cáncer.


Fue uno de los historietistas más importantes del país. De su lápiz nacieron los personajes más entrañables: Clemente, La Mulatona, Mimí, Alexis, Bartolo, el Clementosaurio, el hincha de Camerún.
Creador y conductor del ciclo de televisión Caloi en su tinta, dedicado a la divulgación de cortometrajes de animación e historietas, Caloi empezó a dibujar desde chico. Se consideraba un muchacho de barrio. "Transparente; a pesar de ser negro, soy transparente", bromeaba.
Su carrera arrancó en el ‘66 en Tía Vicenta -sólo en dos números, porque Onganía ordenó cerrar la revista. Después de dibujar en Panorama, Siete Días, Satiricón y Primera Plana, entre otras, en 1968 ingresó a Clarín. Allí surgió su personaje más famoso: Clemente, que iba a cumplir 40 años en 2013. Publicado con regularidad desde 1973 en la contratapa del diario, Clemente estuvo presente todos los días. Además, fue llevado a la televisión en 1982 y nombrado "Patrimonio cultural de la ciudad". A su vez, Caloi publicaba una página de humor en al revista dominical Viva.
Negado de la tecnología como era, María Verónica Ramírez, su mujer -también dibujante y pintora-, era la encargada de escanear sus dibujos y enviarlos por mail al diario. Eso en reemplazo de los largos viajes desde José Mármol hasta el diario que hacía en sus inicios para realizar las entregas. Ramírez es también la directora del largometraje de animación Anima Buenos Aires, estenado el jueves pasado.
Aunque nació en Salta, Caloi se sentía tan porteño como su personaje Clemente. Crítico de la economía, amante del fútbol y las mujeres, su personaje fue parte de un combate al gobierno militar durante el Mundial 78. En contra de los pedidos del locutor José María Muñoz, Clemente inició una cruzada para que la gente tirara papelitos en la cancha.
 Y ganó. 
"Cuando en la cancha cantaban 'Muñoz, Muñoz, Clemente te cagó', yo estaba asustado", confesó hace dos años a Ñ. Así, Clemente se convirtió en una especie de emblema durante el Mundial.
En 2009, la Legislatura porteña lo había distinguido como Ciudadano Ilustre, por sus por sus 43 años como artista.
Mañana, sus lectores buscarán, como todos los días, a ese ser amarillo y rayado sin manos. Lo buscarán, pero esta vez, ya no saldrá de nuevo de su mesa de dibujo.

martes, 1 de mayo de 2012

PATRIMONIO DE LA CIUDAD ARRUINADO

Horizonte Web - Para los vecinos del barrio de Caballito, no hace falta aclararles quienes son: la Asociación Amigos del Tranvía, quienes han puesto a disposición de los vecinos los vagones históricos de nuestro subte, para acercarnos a nuestras raíces, disfrutar de la historia.



Fuente: Horizonte Web – Para los vecinos del barrio de Caballito, no hace falta aclararles quienes son: la Asociación Amigos del Tranvía, quienes han puesto a disposición de los vecinos los vagones históricos de nuestro subte, para acercarnos a nuestras raíces, disfrutar de la historia. En esta ocasión, la AAT (y por consiguiente todos los vecinos) fueron víctimas de un abuso y negligencia a la cuál los argentinos lamentablemente estamos acostumbrados.
La asociación colaboró con el gobierno Nacional, exponiendo una de las reliquias de su flota en la exposición Tecnópolis. Se trata del vehículo Coche de Subterráneos Nº 2, que tiene 99 años de antigüedad. Sin embargo, en la exposición oficial se lo mantuvo a la intemperie, a pesar de estar construído totalmente en madera.
Para peor, durante más de tres meses, el gobierno no proveyó, según lo acordado, el dinero para el retorno de la pieza histórica a nuestro barrio de Caballito. Lamentablemente esa demora hizo que el coche estuviese siete meses a la intemperie, provocando la destrucción del techo del vagón, con las consiguientes filtraciones de agua en su interior; el deterioro de asientos, ventanillas y cubiertas internas; el daño en las instalaciones eléctricas; y como si fuera poco, todo esto impide ahora su funcionamiento como material rodante.
La nota de la indignación podemos darla con el detalle de aquellos daños producidos por el público visitante a Tecnópolis, como por ejemplo describe Revista Horizonte, quemaduras de cigarrillos y daños de interiores. De esta manera podemos confirmar una vez más que el gobierno Nacional, muestra un desprecio por el patrimonio histórico de la Ciudad de Buenos Aires y Barrios como Caballito, ya que dejó que, una auténtica y única pieza de museo, se deteriorase en una exposición a cargo del estado.
Más información sobre la Asociación Amigos del Tranvía
http://www.tranvia.org.ar
http://www.republicadecaballito.com/barrio/paseo-historico-en-tranvia-por-las-calles-de-caballito.php
Se trata de una institución sin fines de lucro, nacida hace 35 años en Caballito. Sus miembros han logrado recuperar una flota de 14 tranvías y coches subterráneos, que datan de principios del siglo XX hasta los años ’70. Mediante el trabajo desinteresado de sus asociados, los vehículos son restaurados y puestos a funcionar. La A.A.T. brinda un servicio gratuito todos los fines de semana y días feriados, transportando pasajeros en un recorrido por Caballito, a bordo de sus coches históricos.

Fuente: Horizonte Web Caballito
Foto: Sebastian Martín de la Asociación Amigos del Tranvía